Enfoque: El medio da cuenta del fallecimiento del Obispo Emérito de Copiapó Fernando Ariztía víctima de un cáncer hepático a los 78 años de edad. El Gobierno decretó tres días de duelo y el Presidente Lagos se comprometió con su presencia en los funerales del prelado, que se efectuarán en la Catedral de Copiapó. El medio recuerda que en 1951 Monseñor José María Caro ordenó sacerdote a Fernando Ariztía, en 1967 fue designado obispo auxiliar de Santiago, en 1973 fundó el Comité Pro Paz y en 1993 asumió como presidente de la Conferencia Episcopal. Mandatario: Junto a monseñor Ariztía duante una visita a Copiapó, en junio del 2003

Enfoque: El canal informa que en la Parroquia de la Candelaria, en Copiapó, se despide al obispo emérito de esa zona, Fernando Ariztía, un "emblemático defensor de los DD.HH" y creador del Comité Pro Paz. Señala que también obispo auxiliar de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal. Distintos personajes reconocen en el extinto sacerdote las bondades del ser humano y su gran compromiso con los Derechos Humanos. Los funeral se realizaran el próximo viernes en la Catedral de Copiapó. Mandatario: "àfue fundamental cuando la situación en Chile era tan difícil y había pocos que hablaban por lo que no tenían voz y don Fernando fue de los primeros"

Enfoque: El medio informa que un profundo pesar hay en el país por la muerte del obispo emérito de Copiapó, Fernando Ariztía. El canal señaló que el Gobierno decretó duelo por tres días en la tercera región. El cuerpo del prelado se encuentra en la "Iglesia de la Candelaria" para que los fieles atacameños despidan a quien fue por 26 años "el guía espiritual" de ese pueblo nortino. En Lo Espejo, el Mandatario recordó la visita que hizo en julio del 2003 al defensor de los DD.HH. y creador del comité Pro Paz. También recuerda que en 1990 se realizó un masivo funeral a las 13 personas ejecutadas por la Caravana de la Muerte. Adelanta que el Presidente Lagos asistirá al funeral. Mandatario: "à y él tenía la conciencia tan tranquila, de lo que había podido hacer en momentos tan difíciles por Chile; sin odio, sin rencor, pero lo decía con la dignidad propia de un obispo"