Enfoque: Canal da cuenta de los puntos más importantes del discurso en el que el Presidente dio a conocer las conclusiones del Informe Valech. Mandatario: "La prisión política y las torturas constituyeron una práctica institucional de Estado que es absolutamente inaceptable y ajena a la tradición histórica de Chile. ¿Cómo pudimos vivir 30 años de silencio? Sin duda, por el miedo. Pero también el silencio se relaciona con una actitud de dignidad básica de la persona. El Informe lo dice: "descorrer el velo de la tortura, de la humillación, de la violación física y psicológica, es algo muy difícil de hacer. Incluso ante los propios cónyuges. Si está comprometida la responsabilidad de los agentes del Estado, lo que corresponde es que el Estado adopte medidas que ayuden a mitigar los efectos de tanto dolor. Lo digo claramente: estas medidas tienen que estar orientadas a sanar las heridas, no a reabrirlas. Y en este sentido, comparto las tres líneas de reparación que presenta la Comisión. Debe entonces ahora el Estado entregar una compensación que, aunque sea austera, es una forma de reconocer su responsabilidad en lo ocurrido. He meditado mucho este tema, y las víctimas, la mayor parte de las cuales tienen más de 55 años, las mujeres, más de 60 años en promedio, y por ello pienso que la reparación más adecuada es a través, a todas las víctimas, de una pensión que les ayude a tener una mejor calidad de vida en los años que tienen por delante. Al tomar una decisión respecto de su monto, tengo que tomar en cuenta todas las obligaciones que el Estado tiene con toda la sociedad, con todos los chilenos, particularmente con las familias más pobres de nuestra patria. Por eso, haciendo el máximo esfuerzo, he decidido enviar al Congreso Nacional un proyecto de ley de reparación que establece que cada una de las víctimas reciba una pensión, por todo el resto de su vida, equivalente al valor de una y media pensión mínima, esto es, algo más de $ 112.000 mensuales"