La ordenanza general del Ejército tiene su origen en la tradición española, concebida como un cuerpo destinado a regulaciones internas, normas de comportamiento de sus integrantes en la paz o en la guerra, virtudes militares, respeto a las autoridades, disciplina y jerarquía, entre otros aspectos. La última ordenanza fue promulgada por el Presidente José Joaquín Prieto, el 25 de abril de 1839 y permaneció vigente hasta 1925. Con posterioridad a ese año, sus contenidos fueron incorporados a diferentes cuerpos jurídicos del ordenamiento institucional de la República. Hoy, cuando el Ejército considera nuevamente necesario rescatar esa tradición, sintetizando lo esencial de sus funciones y de su quehacer, ha decidido reeditar una ordenanza general, en mérito a los notorios progresos de la organización militar, los cambios y adelantos experimentados por la sociedad nacional, la realidad histórica post guerra fría y las profundas transformaciones acaecidas tanto en Chile como en el mundo, durante la segunda mitad del siglo XX. Esta ordenanza expresa el ser del Ejército de Chile y los paradigmas que ahora han adquirido un mayor valor en el colectivo nacional, explicitando las formas de adecuación de ese ser a la sociedad actual por intermedio de un quehacer cotidiano. Constituye la mejor descripción de lo que es el Ejército de Chile y, en ese sentido, precisa los parámetros éticos que orientan y guían el comportamiento del personal militar. Es, también, una descripción del Ejército orientada a su mejor conocimiento de la institución por parte de todos los ciudadanos de Chile