Enfoque: El medio informa que Copiapó despidió a monseñor Ariztía con la misma paz con la cual enfrentó su muerte, en un duelo que duró tres días, para que la III Región pudiera llorar y decir adiós a quien por 26 años permaneció junto a sus fieles. El medio recuerda que monseñor Ariztía fue la semilla del Comité Pro Paz, formado en 1973, y que cuando fue trasladado al norte "acompañó a cada una de las familias de los ejecutados por la Caravana de la Muerte. Afirma que el Presidente Lagos, que lo había visitado hace unos meses, quiso estar presente en su despedida y que también llegaron ministros de Estado y miles de amigos. Mandatario: "Don Fernando me regaló su palabra, su mirada generosa y la fuerza especial de su sonrisa. Ellas se irán conmigo para siempre, pero más importante hoyà pero lo más importante hoy, como Presidente, junto a esa sonrisa y a esa palabra y a esa mirada generosa, quisiera decir gracias, porque alzó la voz por todos los chilenos, cuando muchos no tenían voz"