En menos de 20 años, la acuicultura ha llegado a ocupar un papel preponderante en la economía nacional. Su impacto ha sido positivo no sólo en términos de empleo y retorno por exportaciones, sino además como motor de desarrollo interno, especialmente en el sur del país. En los últimos tres años, las exportaciones de productos provenientes de la acuicultura han superado los US$ 1.000 millones anuales, alrededor del 5 por ciento de las exportaciones totales del país. La acuicultura genera unos 20.000 empleos directos en los centros de cultivo y 15.000 empleos indirectos asociados a las plantas de proceso y empresas de servicios asociadas al sector. El 80 por ciento de la actividad se desarrolla en las regiones X y XI. La salmonicultura representa sobre el 90 por ciento de la producción y del valor total. Esta actividad posee enormes ventajas y potencialidades de desarrollo en la mayor parte de las regiones del país, basadas fundamentalmente en: a) La diversidad de ecosistemas y recursos altamente pro